lunes, 11 de agosto de 2014

NO ES LA MARIPOSA NEGRA

por Marcelo Birmajer. Buenos Aires, Sudamericana, 2000. (Sudamericana joven) 

El volumen incluye siete relatos que tienen en común el período en que transcurren: la niñez. El primero de ellos es –para mí- el más conmovedor. Narra la misteriosa vinculación que existe -¿casualmente?- entre una mariposa negra y la muerte de un ser querido. Un hombre mayor recuerda lo sucedido muchos años antes, en su infancia, y esta remembranza está teñida de la nostalgia de la tercera edad. El relato brinda a Birmajer oportunidad para evocar la figura de la madre –que contenía a los hijos y a su amigo, al tiempo que les enseñaba pautas valiosas para la vida- y para describir a los chicos, solidarios con el drama del pequeño invitado. 
El paso del tiempo se advierte en el cuento referido a “Carlitos”, un personaje al que el escritor vuelve a ver veinte años después; en el relato que evoca al tío Efraín, reencontrado quince años más tarde; en el recuerdo del extraño suceso protagonizado por Ezequiel, y en las páginas referidas a la infancia en la escuela Herzl y a las vacaciones en Mar del Plata. 
Uno de los textos nos plantea las circunstancias en las que surge la creación literaria, su inexistente relación con la escritura y la reacción del ambiente literario ante una serie de descubrimientos. Tanto este cuento como los anteriores muestran a un autor talentoso que cautiva cada día a un público más vasto.

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