domingo, 7 de octubre de 2012

Entrevista a S...


Lo que nos propusieron es entrevistar a un inmigrante y tengo planeado entrevistar a distintos tipos de personas y edades para comparar el tipo de inmigración. Y primer entrevistada, mi amiga S...

- ¿Quién sos?
- S...  (risas) una mujer hasta lo que sé; ¿cómo quién soy? ¿digo todo mi nombre?
- Como quieras presentarte - formalmente, poéticamente o como te parezca -; con tal de que seas vos misma, está bien.
- Soy S... X... X... Tengo 17 años. Hacé muchas preguntas y me voy soltando, si no, no sé cómo responder, porque la historia de cómo llegué es relarga.
- Está bien. ¿Por qué viniste a la Argentina?
- Por la economía. Mi mamá vino primero para ver si nos iba mejor acá. No se acostumbró muy rápido, pero consiguió un trabajo y al año lo trajo a mi papá y de ahí comenzaron a trabajar... En ese entonces estaba el dólar 1 a 1, pero la crisis también nos afectaba. Yo los volví a ver a los dos años,cuando vine acá para estudiar.
- Y en ese transcurso, ¿vos con quién te quedaste y en dónde?
- Con una amiga de confianza, ya que se nos complicó, porque la familia de mi papá nunca nos aceptó ni a mí ni a mi madre. ¿otra pregunta?
- Te quedaste con una amiga de confianza... Eso fue en Perú, supongo. ¿De qué parte de Perú sos?
- Yo soy de Chosica - Perú, y sí, me quedé con esa amiga. Tenía 4 años en ese entonces.
- Eras una pequeña todavía. ¿Y cómo fue tu vida en ese lapso?
- Raro. Siempre estuve con personas desconocidas. Fue todo muy lento. Allá hacen fiesta de todo, y a mí me metían en esos bailes folklóricos de allá para no extrañar a mis padres, pero... sí me dolió más cuando se fue mi papá. A mi mamá no la recordaba.
- Bueno. Para no hacerte recordar cosas malas, ¿cambio de tema?
- (Risas) Obvio. Más preguntas.
- Y cuando viniste a la Argentina, ya tenías 6 años, por lo que me contaste...
- Sí, más o menos...
- ¿Cómo fuiste? ¿En qué y/o quién te llevó?
- Fui sola en avión y vine acà a los 6 a fin de año. Vine a entrar a tercer año, tercer grado.
- Y cuando llegaste, ¿dónde vivías? ¿dónde estaban tus viejos? ¿Cuál fue tu impresión al verlos?
- Pasaron dos años sin ver a mi mamá, pero no me emocioné tanto porque no éramos unidas. No sé cómo decirlo, pero siempre trabajaba. Del que sí no me separé cuando llegué, fue de mi papá. Fue emocionante volver a verlo. Ello estaban felices al verme. Yo los recordaba, pero era diferente. De ahí me llevaron a la provincia, donde la hermana de mi papá le alquiló una pieza. Ahí sólo había dos camas de esas de dos pisos (risas), y estábamos nosotros y una familia más.
- Mirá vos! estaban apretaditos (risas). Perdón, chiste malo. Y a vos ¿cómo te fue en 3er grado en la primaria?
- En Perú se ingresa a los 5 a 1er año... al cumplir yo el 6 de marzo vine casi a los 7 años digamos, y no me aceptaron. Le dijeron a mis padres que me bajarían un año para que me adaptara... y yo me aburría porque era volver a ver todo otra vez. Tenía buenas notas.
- Y te gustaba estar en clase?
- Yo era muy tímida... y me molestaban mucho. A mí no me gustó estar en provincia. No me gustaba ir a la escuela, por eso al terminar ese año, mis padres se mudaron a capital.
- Y adonde fueron a parar en capital, cambiaron las cosas?
- Sí y no. Nos mudamos a una habitación que se la vendieron a mis padres. Ellos buscaron mucho porque lo único que querían era que yo saliera de provincia, ya que la familia de mi padre no me trataba bien. Ellos se iban y yo quedaba en las manos de Dios, como quien decir. Volviendo al tema, ellos compraron por necesidad una pieza por Villa Luro. Era una casa abandonada. Ahí vivían siete familias de diferentes nacionalidades. Me inscribieron en la escuela número siete República Arabe de Egipto. Mis compañeros eran muy buenos. Me encantó siempre esa escuela, aunque era muy chica. Creo que eso hacía que yo me sintiera bien.
- Supongo que te sentías más cómoda... Y ¿de qué nacionalidades eran algunos de tus compañeros? si te acordás, por supuesto.
- Había dos de Bolivia, y los demás de acá.
- (Risas) Muchas diferencias. Volviendo a la actualidad, ¿cómo está tu situación ahora? Me refiero a como están vos y tu familia ahora.
- (Pensativa) Alquilamos una casa. Es bastante la diferencia a una pieza... de cuando llegamos. Si bien costó mucho y pasé por muchas cosas... estoy bien económicamente. Están las altas y las bajas pero bien. Yo creo que muchos extranjeros vienen acá para mejorar su situación económica. Acá hay un gran número de extranjeros peruanos. A algunos les va mejor que a otros.
- ¿Extrañas Perú? ¿Qué extrañas de tu país? ¿Vas seguido para allá?
- Estoy acá desde hace 11 años o 10 (risas y pensativa). Sí, 11 y sólo fui una vez. Más me crié acá. No me acuerdo mucho de Perú, pero la vez que fui me gustó mucho.
- Y algo para el futuro ¿planes?
- Yo no pienso seguir en Argentina. Yo quiero ser policía científica o antropóloga forense. Pienso ir a España o México, pero eso lo veré con el tiempo, ya que en España no están bien. Muchos extranjeros se salen de allá; sólo se quedan los que tienen trabajos fijos.
- Bueno, para finalizar o mejor dicho para despedirse, ¿tenés algo que decir? No sé, saludos, una moraleja, un refrán, una frase, lo que vos quieras...
- Y... que ante todo no hay que bajar los brazos. Yo pensaba dejar de estudiar. Por suerte no lo hice y creo que lo mejor son las escuelas públicas. Ahí conseguís buenos amigos a los que no les importa de dónde vengas o de dónde sos, pero siempre están ahí sin diferencias, no echándose en cara quien te tiene mejor ropa o más plata. Creo que lo que se puede apreciar más es eso.

Antes de finalizar la entrevista, seguimos la conversación pero informal y en eso nuestra entrevistada S... me pasó un poema que quiero compartir:

NO ME LLAMES EXTRANJERO

No me llames extranjero, por que haya nacido lejos,
O por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo
No me llames extranjero, por que fue distinto el seno
O por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos,
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
Tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
Con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de donde vengo,
Mejor saber donde vamos, adonde nos lleva el tiempo,
No me llames extranjero, por que tu pan y tu fuego,
Calman mi hambre y frío, y me cobije tu techo,
No me llames extranjero tu trigo es como mi trigo
Tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
Y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
Por que nací en otro pueblo, por que conozco otros mares,
Y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
Adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
Lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
Y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
El mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
Desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
Antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
Los que roban los que mienten los que venden nuestros sueños,
Los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero que es una palabra triste,
Que es una palabra helada huele a olvido y a destierro,
No me llames extranjero mira tu niño y el mío
Como corren de la mano hasta el final del sendero,
No me llames extranjero ellos no saben de idiomas
De límites ni banderas, míralos se van al cielo
Por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero piensa en tu hermano y el mío
El cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,
Ellos no eran extranjeros se conocían de siempre
Por la libertad eterna e igual de libres murieron
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
Mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
Y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.
RAFAEL AMOR®

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