lunes, 28 de agosto de 2017

Memorias de un fumador retirado


En una época casi irreal, en que todo el mundo era joven, el crítico mexicano de cine Emilio García Riera se quedó dormido en un cuarto de hotel mientras leía fumando en la cama. El cigarrillo resbaló de sus labios al mismo tiempo que resbaló el libro de sus manos, y cuando despertó estaba a punto de morir asfixiado en un cuarto lleno de humo y sobre un colchón en llamas. No fue posible convencer al administrador del hotel de que había sido un accidente común, que debía estar previsto en los contratos de seguro, como los vasos que se quiebran y las alfombras que se estropean porque se deja abierta la llave de la bañera, y que, por consiguiente, no era justo que trataran de cargar el precio del colchón quemado en la cuenta de un crítico de cine cuyo único lujo burgués era fumar dormido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario